viernes, 6 de abril de 2012

El escritor



 
La legión de personajes cobraron vida propia,  le había dado toda la imaginación e ingenio que era capaz de sentir sobre el papel. De ser sus hijos pasaron a ser ángeles diabólicos con el encanto sobre natural de hipnotizar al lector que los amaba tanto como él.

Por más que intentaba ignorarles era inútil, el lector corría a comprar los libros hasta agotarse la existencia, las regalías llovían sin cesar como dagas que desangraban a su alma. Para colmo de su desgracia, sus admiradores lo asechaban con autógrafos recordándole que era el dios que los habia engendrado. Pensó que aunque hiciera lo imposible por quemar los libros, era demasiado tarde, estaban vivos en cada una de las  mentes de sus seguidores.

Se le ocurrió un buen plan: Dejó de escribirlos.

La legión en venganza lo transformaron en un personaje, empezaron a escribirlo en cada uno de los papeles de su realidad en un cuento al que titularon:  El laberinto de su abismo.

martes, 3 de abril de 2012

Ella



Era una geografía mojada por el río, en sus orillas merodeaba el tiempo deseoso del sol que guardaba en su vientre. Hizo una arquitectura de sus huellas, mientras que los otros hicieron una cartografía de su piel, un horizonte de su cima, conquistando en precipicio su voz en el sabor de sus grietas.
Ella jugueteaba con el viento empapada de nubes embriagaba al árbol  con su néctar salvaje,  se hizo hogar fecundo de todas  las criaturas que danzaban en el bosque. Un mar de átomos hechos puntos traducidos en barro.