viernes, 6 de abril de 2012

El escritor



 
La legión de personajes cobraron vida propia,  le había dado toda la imaginación e ingenio que era capaz de sentir sobre el papel. De ser sus hijos pasaron a ser ángeles diabólicos con el encanto sobre natural de hipnotizar al lector que los amaba tanto como él.

Por más que intentaba ignorarles era inútil, el lector corría a comprar los libros hasta agotarse la existencia, las regalías llovían sin cesar como dagas que desangraban a su alma. Para colmo de su desgracia, sus admiradores lo asechaban con autógrafos recordándole que era el dios que los habia engendrado. Pensó que aunque hiciera lo imposible por quemar los libros, era demasiado tarde, estaban vivos en cada una de las  mentes de sus seguidores.

Se le ocurrió un buen plan: Dejó de escribirlos.

La legión en venganza lo transformaron en un personaje, empezaron a escribirlo en cada uno de los papeles de su realidad en un cuento al que titularon:  El laberinto de su abismo.

2 comentarios:

  1. El laberinto en sí mismo, extrovertido e introvertido. Y, para colmo, la puerta de salida lleva hacia adentro...

    Un gusto descubrir éste blog.

    Saludos

    J.

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  2. Una auténtica delicia.
    Gracias por compartirlo.

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